Los récords de marihuana, cocaína y anfetamínicos en Euskadi minimizan el hachís y la heroína
La Ertzaintza, que avisa de la creciente presencia de drogas en nuestras calles, ha incautado en el último año más de 180 kilos de 'costo' y 'maría' en Gipuzkoa
El verano es la época del ocio, de salir, de las fiestas patronales, de apurar el día y alargar la noche y, para algunos, ... también de consumir drogas que están estrechamente vinculadas al ocio, sobre todo al nocturno. Además de beber más alcohol en la época estival, también aumenta el uso de otras sustancias tóxicas no legalizadas como la marihuana, la cocaína o derivados anfetamínicos como el speed, cuya presencia en Euskadi se encuentra en máximos históricos, según observa la Ertzaintza cuando patrulla por nuestras calles en busca de poner cerco al narcotráfico. Los principales golpes policiales se los han llevado el cannabis en sus dos principales formatos, hachís y marihuana, con más de 180 kilos incautados por la Policía vasca solo en Gipuzkoa durante 2024, según los datos facilitados a este periódico por el Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco.
En concreto, el año pasado fueron aprehendidos 138 kilos de hachís en el territorio, el cuádruple de lo capturado en los doce meses anteriores (32), y el doble del dato de 2022 (68,8). La marihuana, por su parte, representó en 2024 un total de 44,5 kilos, una cifra sensiblemente inferior a los 109 que los ertzainas localizaron en 2023 o los 339,8 de 2022. Es decir, solo en los últimos tres años se han retirado del mercado 732,1 kilos de 'maría' y 'costo'. En el tercer lugar de la estadística policial se encuentra la cocaína, con 6,7 kilos retirados en 2024 casi el doble que el curso anterior (3,53) y poco más que hace dos años (5,9). Son cuantías significativamente menores, pero se trata de una sustancia que reporta mayores beneficios a quienes mercadean con ella que las cannábicas.
La marihuana y el speed son dos sustancias al alza que se están consumiendo y elaborando en Euskadi
Estos datos reflejan el resultado de la labor policial pero no la realidad del mercado. «Para nada», matiza Hermelo Molero, escritor y jefe del grupo de Drogas de la Policía autonómico en la ertzain-etxea de Bilbao. «Que el hachís haya sido lo más incautado es algo circunstancial, probablemente por el éxito de una o dos operaciones potentes, porque la realidad en la calle es otra: ha bajado muchísimo la entrada de hachís, casi no hay», asegura este especialista de la Ertzaintza. En este sentido, precisa que «el 20 de diciembre ocupamos 600 kilos de cocaína en una autocaravana que venía de Salamanca a Bizkaia, pero la operación la cerré en enero. Por tanto, esos 600 kilos aparecerán en la estadística de 2025, y no significará que en un año se ha multiplicado por diez el mercado de cocaína».
La heroína ocupa un lugar residual tras los estragos de los 80 y el éxtasis decae sin la ruta del bacalao
Esta operación supuso a su grupo «año y medio de investigación», y quién sabe si acabará novelada, como aquella que Molero emprendió tirando del hilo de un barco en Donostia y que dos años después, en 2018, permitió capturar 2.500 kilos de 'coca' en un remolcador en Canarias. Fue la base de su primera novela, 'El rey de picas'. Va por la tercera, 'El cártel vasco'.
La 'maría' vasca
Si el hachís está «en mínimos» en Euskadi no es por un cambio de hábitos en el consumidor, sino fruto de la dinámica del mercado: «Por un lado, porque es competencia directa de la marihuana, que es mucho más potente y bastante más barata porque la tenemos aquí, no se trae de Marruecos. Y por otro, antiguamente todo el hachís entraba a España por el sur, a través de narcolanchas, y la cocaína lo hacía desde Sudamérica a través de puertos o embarcaciones. Pero ahora mismo hay una vía de entrada muy potente de cocaína de Sudamérica a través de aviones a países del Sahel (África), de donde se pasa a Europa por el estrecho desde Marruecos. Y si vas a mover una narcolancha, vas a preferir cargarla con cocaína, ya que vas a poder cobrar por ella a 1.000 euros el kilo, que con hachís, por el que te van a dar 200. Antes Marruecos no quería que se traficara con cocaína y era más permisivo con el hachís, pero ahora está permitiendo que pasen esas planeadoras con cocaína hacia Europa».
Molero, que lleva un cuarto de siglo al frente del grupo de Drogas de la Ertzaintza en Bilbao, especializado en la búsqueda de los grandes traficantes, muestra su preocupación por el mercadeo de marihuana procedente de plantaciones vascas cultivadas por personas autóctonas.
Pese a la trascendencia que puedan haber tenido numerosas operaciones policiales en la zona de Las Encartaciones (Bizkaia), se encuentran «por todo Euskadi», como así acreditan incautaciones más o menos recientes realizadas en Irun, Lezo, Eibar, Astigarraga o varios puntos de Urola Kosta.
«Muchísimo speed»
La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito presentó la semana pasada su 'Informe Mundial sobre Drogas 2025', en el que advertía que el consumo y la producción de estupefacientes se encuentra en niveles históricos. Y precisaba que en 2023, 316 millones de personas consumieron drogas en todo el mundo, lo que supone el 6% de la población adulta y un 28% más que hace diez años. Una cuarta parte de los consumidores son mujeres.
El estudio refleja que el cannabis sigue siendo la droga más consumida, con 244 millones de personas, seguido por los opioides (61 millones), la cocaína (31 millones), el éxtasis (25 millones) y las anfetaminas (21 millones).
El hachís es desplazado por la 'maría' y porque el 'narco' prefiere traer de Marruecos 'coca', que da más rédito
En Euskadi, los opioides no ocuparían un lugar tan relevante, según Molero, ya que la heroína que causó estragos en los años 80 «está muy limitada a un sector de la población más marginal, antiguos consumidores que ya tienen una edad, pero no es nada atractiva para los jóvenes porque su efecto es contrario al ocio; no la vas a tomar para ir de fiesta porque te va a dejar apalancado en el sofá». Y un opioide sintético como el fentanilo «no lo hemos notificado en Euskadi. Es más un problema de Estados Unidos por su sistema de salud. Aquí se puede pillar una caja de los parches que receta el médico». Por su parte, el éxtasis o MDMA «ha bajado bastante. Hace unos años se metió mucho, sobre todo en el mundo de las discotecas, pero como estas han ido desapareciendo, aún se coge alguna pastilla pero se encuentra poca».
El hachís es desplazado por la 'maría' y porque el 'narco' prefiere traer de Marruecos 'coca', que da más rédito
Por el contrario, la Ertzaintza sí otorga un gran peso a las anfetaminas, sobre todo al speed, que «hay muchísimo. En Gipuzkoa y Bizkaia desarticulamos laboratorios, pero aparecen otros. El año pasado la Guardia Civil desmanteló uno en Donostia con casi mil kilos de speed, que es una locura. Es una droga muy barata y por eso se ha extendido tanto. Tenemos controlados a quienes montan los laboratorios, pero como no son ellos los que los trabajan, es difícil encontrar pruebas para meterles mano. Pero es un gran problema».
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