Aihen Muñoz

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Aihen Muñoz
Aihen Muñoz (Etxauri, 1997) disputó su primer partido como primer capitán de la Real después de que Oyarzabal, Aritz, Zubeldia y Zubimendi comenzaran el choque en el banquillo. El navarro debutó en el Bernabéu el día de Reyes de 2019 y reflexiona sobre lo vivido en el primer equipo. Se muestra orgulloso de lo realizado hasta la fecha porque nadie le ha regalado nada, pero también es exigente y pide más para afrontar con garantías un verano lleno de cambios en la Real.
– Hizo de capitán de la Real en el último partido de la temporada. ¿Cómo le suena?
– Feliz en ese sentido. Para mí es todo un honor ser capitán de la Real tras tanto tiempo en el club. Fue especial porque también era el Bernabéu, donde yo empecé, pero es aquí también donde termina un ciclo bonito con el adiós de Imanol. Él me dio la oportunidad para que yo pueda vivir de esto.
– Lástima que el partido no se ganara, ¿no?
– Tal cual. Ese penaltito en la primera mitad nos perjudicó mucho porque creo que hasta entonces, e incluso después, estábamos haciendo un buen trabajo defensivo. Tuvimos dos ocasiones claras con Sergio y Sucic, pero no materializamos y como dices es una pena que Imanol no diga agur a la Real ganando.
– ¿Qué le decía Melero López en el penalti de Marín? Parecieron discutir bastante.
– Nos decía que Pablo había sacado la mano y como que empujaba el balón. Se ve claramente que no hace el gesto, sino que el balón le pega aunque iba en dirección al hombro. Igual se puede pitar, pero creo que fue muy fácil pitarlo.
– Por lo menos vimos una Real competitiva aunque el ritmo fuese trotón.
– Es cierto, queríamos terminar con buenas sensaciones porque eso siempre se traslada a los próximos meses. Intentamos hacerlo lo mejor posible. En el vestuario dijimos que nos teníamos que dejar la piel y el alma para representar a este escudo. Sabíamos que iba a ser difícil, pero defendimos bien y tuvimos ocasiones claras. También movimos el balón con criterio. No nos podíamos dejar llevar.
– Termina una temporada diferente a las demás. ¿Qué balance hace?
– Pues que ha sido durísima y que hemos tenido nuestros momentos buenos pero también malos. No habíamos vivido una temporada así desde que yo estoy aquí pero el equipo ha jugado muchos partidos con poco descanso entre ellos y sin duda se ha notado. Ahora toca desconectar para mirar luego al año que viene y esperamos hacer las cosas mucho mejor. Las sensaciones finales no han sido las mejores pero siempre lo hemos dado todo.
– ¿Se ha hecho todo muy largo?
– Ha sido estresante en muchos sentidos. Desde enero a marzo me acuerdo que jugamos partidos cada tres días y hemos intentado competir siempre porque este equipo nunca decae. Igual sí que ha pesado el cúmulo de partidos, pero eso es lo que siempre hemos querido, jugar todas las competiciones posibles pero además tratar de llegar lejos en todas ellas.
– Imanol ha hecho mucho énfasis en esos 19 partidos seguidos.
– Eso fue durísimo, la verdad. Pero es lo que queríamos. Es cierto que tanto viaje y tanto partido nos gastó no solo a nivel físico, también en lo mental. El año que viene por desgracia no será así, pero queremos volver a vivir eso y pelearemos por ello.
– Se marchan Olabe e Imanol y los que entran son Sergio Francisco y Bretos. ¿Espera demasiados cambios?
– Cambios siempre hay, lo que tenemos que hacer es adaptarnos, que es lo que está en nuestra mano. Ahora toca descansar aunque volveremos con más fuerzas para poder hacer un año mejor.
– ¿Tenemos que volver a apuntar alto o en este año de transición no podemos exigir tanto como otras veces?
– Exigirnos nos tenemos que exigir como siempre hemos hecho desde que yo debuté. Es una pena porque queríamos jugar otra vez en Europa, pero no se ha podido lograr el objetivo en Liga. En Copa nos eliminamos en el Bernabéu y de aquella manera así que no podemos bajar la guardia y tenemos que seguir apretando para crecer como grupo.
– La tarde en Madrid fue de despedidas.
– Sí, ya sabíamos que iba a ser así después de todo lo que vivimos en Anoeta ante el Girona. También en el Madrid hubo despedidas bonitas de gente que ha hecho que el fútbol sea mucho mejor.
– ¿Os dijo algo Zubimendi?
– No. Ya decidirá lo que tenga que decidir. Es un grandísimo jugador. Sea lo que sea va a decidir muy bien, ojalá esté muchos años con nosotros pero ya veremos qué pasa. Aún no sabemos nada de algunos otros jugadores y ahora vienen semanas en las que se toman decisiones. Ya se verá quién se queda y quién sale, pero el que se quede lo seguirá dando todo.
– Imanol dijo que antes del partido desayunaron juntos, que usted es de los primeros en bajar a desayunar.
– Sí, la verdad. Fue un momento especial porque nos quedamos los dos solos. Tenía muchas ganas de agradecerle todo lo que ha hecho por mí, me ha apretado y exigido como nadie pero al mismo tiempo también ha sido muy cercano y me ha apoyado en momentos muy difíciles para mí. Además de progresar como futbolista he mejorado como persona gracias a él. Ha confiado muchísimo en mí en muchos partidos importantes. Ha sido un placer porque todo empezó en el Bernabéu de su mano cuando pocos días antes estábamos jugando los dos contra el Arenas. En ese sentido se cierra un círculo y fue bonito hacerlo así.
– ¿Cómo fue la despedida en el vestuario?
– Normal, nada raro. Nos dio las gracias por última vez por todo el trabajo realizado durante los últimos años. Ha sido muy bonito. Todos trabajamos bien, sin descanso y da pena que se vaya, pero es su decisión y hay que aceptarla. Gracias de parte de todos y ojalá vengan años muy felices ahora también.
– El Bernabéu es especial para usted.
– Sí, la verdad, me han pasado cosas especiales en ese estadio. Debuté de la mano de Imanol, luego la noche mágica del 3-4, también la semifinal de abril en la que rozamos la final de Copa, ahora poder portar el brazalete... Es un estadio con recuerdos espectaculares. Estoy agradecido de que la vida me haya dado momentos como estos.
– ¿Se imagina a Imanol en el banquillo de algún equipo rival la próxima temporada?
– No lo sé, la verdad. Sea lo que sea va a decidir con cabeza y seguro que lo hará bien. Vaya donde vaya seguro que su equipo va a ser muy competitivo.
– ¿Qué le dice a la afición?
– Lo primero, darles las gracias por todo los ánimos que nos mandan, y no tengo que decirles que estén ahí porque ya sabemos que no fallarán. Tanto nosotros como ellos tratamos de hacerlo lo mejor posible y ningún jugador de este equipo se deja llevar. Tenemos claro que vamos a trabajar para estar lo más arriba posible y darlo todo por este escudo.
– ¿Qué Real le gustaría ver a partir de agosto?
– Me gustaría recuperar las sensaciones de los últimos años, queremos volver a ser otra vez dominadores como lo hemos sido estas temporadas. Luego los rivales cada vez son más fuertes porque aquí nos reforzamos todos. Pero nosotros lo que queremos es seguir nuestro estilo, viene otra etapa e iremos a muerte con el nuevo entrenador.
– Echando la vista atrás a aquel día de Reyes en el que debutó, ¿qué se le viene a la cabeza?
– Pues que todo pasa muy rápido. Hay que ser agradecido porque yo estoy viviendo un sueño jugando en la Real y hay que aprovechar cada momento al máximo. Van pasando los años, ahora soy padre de familia en este club y sobre todo estoy feliz de poder lucir este escudo.
– Se han ido muchos líderes el año pasado como Le Normand y Merino y este verano también apunta a movido. ¿Le tocará dar un paso adelante en cuanto a liderazgo?
– Bueno, yo siempre he tratado de influir en los demás e intento ayudar independientemente de cuál fuese mi posición o rol en el vestuario. Ojalá siga así. Los años van pasando y creo que tengo mucho que aportar, sobre todo a los jóvenes que vienen por debajo porque todos hemos estado en esa situación.
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